Siempre está bien conocer la opinión de otros antes de comprar en una página web aunque sea tan conocida como Pixmanía.
Yo voy a dar la mía porque aunque mi experiencia no fue del todo mala sí que tuvieron lugar una serie de hechos que pusieron mi opinión en contra de Pixmanía.
Hace poco adquirí un objetivo Tamron gran angular (10-24mm) en Pixmanía. El objetivo me gusta, no tiene ningún de efecto y Pixmanía cumplió con su plazo de entrega e incluso se adelantó un poco. Sólo tardaron dos días en entregarme el objetivo. Hasta aquí todo en orden, ¿no? Parece que Pixmanía tiene un buen nivel de servicio y una capacidad logística impresionante. Y en realidad no deja de ser cierto. El problema con Pixmanía, los detalles que no me gustaron vinieron antes. Veámoslo.
La mecánica de compra en Pixmanía es bastante similar a la que viene siendo habitual en otras tiendas de la web. Te registras, das una dirección de correo, una contraseña e inicias el proceso de compra. Eliges lo que quieres comprar, lo añades al carrito de la compra y pinchas en "Hacer mi pedido". La tienda de Pixmanía es bastante usable así que todo esto no requiere una especial habilidad.
El primer problema viene ahora. Tras elegir el método de envío, Pixmanía, amablemente, para que no tengas que esforzarte ha añadido a tu pedido dos cosas. El contrato de compra tranquila y la tarjeta VIPx. ¿Para qué sirven estas cosas? Obviamente para que seas un VIP tranquilo. ¿Por qué lo añade Pixmanía a mi pedido sin pedirme permiso? Porque le sale de los cojones. O dicho de otro modo, porque si no prestas la suficiente atención igual te roban cobran unos eurillos así, por la cara.
Naturalmente puedes quitar estos productos que no has pedido de tu pedido. Probablemente no entiendas porque tienes que quitar de tu pedido cosas que no has pedido pero Pixmanía seguramente sí. El caso es que hay un enlace minúsculo entre paréntesis (¡ni siquiera es un botón!) que apenas se ve que te permite, normalmente, quitar de tu pedido las cosas que no has pedido. Normalemente porque en mi caso no funcionó. Evidentemente empecé a indignarme y el vapor de agua empezó a brotar de mis orejas pero no me gusta poner verde a nadie sin razones así que antes de llamar a atención al cliente probé la página en Internet Explorer, en Firefox y en Google Chrome. Por si las moscas, oiga, pero nada.
Por supuesto, cuando llamé al servicio técnico de Pixmanía estaba ya bien calentito. Me atiende un señor al que llamaremos, por identificarle de algún modo, señor Gilipollas que me indica que lo estoy haciendo mal y que existe un botón (¡No es un botón!) para quitar de mi pedido todos los productos que no haya pedido. Le hago ver que no funciona pero el señor gilipollas se empeña en que sí funciona y en que pruebe en otro navegador. Y yo me pregunto, ¿cómo puede saber el señor Gilipollas lo que funciona o no funciona en mi ordenador usando únicamente un teléfono? Efectivamente, porque es gilipollas. Los gilipollas tienen este tipo de dones, como saber lo que pasa en tu ordenador por teléfono y conseguir que no vuelvas a comprar en la tienda web para la que trabajan.
En fin, que finalmente el amable señor Gilipollas consigue eliminar de mi pedido las cosas que yo no había pedido. Y después de ello me pide para finalizar mi pedido... ¡Tachán....!... ¡MI CONTRASEÑA! ¡Mi contraseña completa! ¡JODER! ¿Ese es el concepto de la seguridad que tienen en Pixmanía? Un señor que ya sabe mi dirección de correo me pide la contraseña. ¿Y si se me ha ocurrido poner la misma que para el correo? Hay que joderse, de verdad.. ¿Por qué la gente se pasa la seguridad informática por el forro? Afortunadamente yo había puesto una contraseña de pega que se me ocurrió en el momento y si no fuera así no se la hubiera dado. Pero es que si llega a ser mi padre o mi tía o cualquier persona con poca cultura informática se la da. Si este es el concepto de la seguridad que tienen en Pixmanía ¿cómo puedo confiar entonces en que tienen la suficiente seguridad para que mis datos personales estén protegidos? ¿Como pueden tener mínimas garantías de que no me los van a robar si el señor Gilipollas me los pide por la cara? ¿Cómo van a proteger mis datos de terceras empresas ávidas de darme la lata? ¿Cómo van a proteger tu intimidad?
No te preocupes. Tengo la respuesta. En Pixmanía les importa un huevo tu intimidad. No van a vender tus datos, no. Eso es ilegal. Se van a vender ellos. Que quieres vender, por ejemplo, algo tan relacionado con Pixmanía como un seguro de vida. No pasa nada. Se lo pides a Pixmanía y Pixmanía llama a todos sus clientes y les ofrece el puto seguro. Real como la vida misma. Hablo por experiencia. En fin, si siguen llamándome para ofrecer gilipolleces tendré que empezar a emplear mi infalible táctica disuasoria contra el marketing telefónico que explicaré dentro de poco.
No sé como resumir mis sentimientos hacia esta tienda, la verdad. El objetivo está muy bien, fueron muy rápidos pero la próxima vez va a comprar en Pixmanía Rita la cantaora.
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