Me encuentro hoy en Telemadrid con que la Señora Esperanza Aguirre está muy orgullosa porque ahora los madrileños podemos pedir cita para el médico de cabecera por internet.
Suena bien. Suena muy bien. Hasta que uno pide hora para el médico, ya sea por internet o por teléfono o en persona, y le dan cita para dentro de ocho días. Sí, sí, señora Aguirre, no me lleve usted la contraria que lo he tenido que hacer hoy.
¿Y si tengo que pedir una baja? ¿Y si me estoy muriendo? No importa, claro. Al fin y al cabo pedir cita por internet es una cosa muy moderna, que queda muy bonita y que ve todo el mundo. ¿Verdad, señora Aguirre? Y, claro, de que tardan en atenderte ocho días (no sé si se da cuenta, señora Aguirre: ¡OCHO PUTOS DÍAS!) sólo se entera uno cuando está enfermo.
Mire usted, señora Aguirre ya sé que tenemos la mejor sanidad del mundo y bla, bla, bla. Sin embargo, cuando yo era pequeño iba al médico sin pedir cita y me atendían. Sí. En aquella España en vías de desarrollo te atendían en el día. Eso sí, había que ir. No podía pedir uno cita por internet y es que los tiempos avanzan que es una barbaridad.
Conclusión: Señora Aguirre, métase la cita previa por internet por el culo. Y que le aproveche. La próxima vez me voy a urgencias. Luego se preguntarán ustedes porque la gente se va urgencias a saturar las salas de espera cuando puede pedir cita para el médico de cabecera por internet. Pues verá, señora Aguirre, si tiene usted huevos para entrevistarse conmigo se lo explico. Y sin cobrarle un duro.
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Suena bien. Suena muy bien. Hasta que uno pide hora para el médico, ya sea por internet o por teléfono o en persona, y le dan cita para dentro de ocho días. Sí, sí, señora Aguirre, no me lleve usted la contraria que lo he tenido que hacer hoy.
¿Y si tengo que pedir una baja? ¿Y si me estoy muriendo? No importa, claro. Al fin y al cabo pedir cita por internet es una cosa muy moderna, que queda muy bonita y que ve todo el mundo. ¿Verdad, señora Aguirre? Y, claro, de que tardan en atenderte ocho días (no sé si se da cuenta, señora Aguirre: ¡OCHO PUTOS DÍAS!) sólo se entera uno cuando está enfermo.
Mire usted, señora Aguirre ya sé que tenemos la mejor sanidad del mundo y bla, bla, bla. Sin embargo, cuando yo era pequeño iba al médico sin pedir cita y me atendían. Sí. En aquella España en vías de desarrollo te atendían en el día. Eso sí, había que ir. No podía pedir uno cita por internet y es que los tiempos avanzan que es una barbaridad.
Conclusión: Señora Aguirre, métase la cita previa por internet por el culo. Y que le aproveche. La próxima vez me voy a urgencias. Luego se preguntarán ustedes porque la gente se va urgencias a saturar las salas de espera cuando puede pedir cita para el médico de cabecera por internet. Pues verá, señora Aguirre, si tiene usted huevos para entrevistarse conmigo se lo explico. Y sin cobrarle un duro.