Ayer fue el día del libro, y no quería dejar pasar la ocasión para hacer una recapitulación sobre las increíbles coincidencias entre Cervantes y Shakespeare.
Veamos, ambos eran personas y tenían pelo (uno más que otro). Ah, sí, y uno tenía el doble de brazos que el otro. Increíble, ¿no?
Y no hay más coincidencias. No, no las hay. Cervantes era español y Shakespeare inglés y probablemente a uno le gustaba la tortilla de patatas y al otro el pastel de carne.
Ni murieron el mismo día, ni se copiaron, ni se conocieron, ni ninguna otra chorrada por el estilo.
Es que empiezo a estar un poco hasta las narices de que cada vez que se acerque el 23 de abril, celebremos la muerte de ambos genios en el día del libro. Y no entiendo porque todos los putos medios de descomunicación se emplean a fondo en mantener estas falacia que, está más que demostrado, es falsa. No entiendo a cuento de qué. ¿Nos sentiremos tontos si de repente descubrimos que llevamos años y años celebrando el día del libro cuando no es? No sé, no entiendo nada.
Para empezar no se conocieron en absoluto. Cervantes ni siquiera sabía quien era Shakespeare.
Jamás se copiaron, de hecho no hay ningún texto de ninguno de los dos que se parezca, ni remotamente, a alguno del otro.
Y para terminar, NO MURIERON EN EL MISMO PUTO DÍA. Es más, ninguno de los dos murió el 23 de abril. Cervantes murió el 22 y lo enterraron el 23.
Shakespeare sí que murió en esa fecha, el 23 de abril. Pero no ese día, porque los ingleses (así de salaos que son) todavía no habían adoptado el calendario gregoriano (el actual) y los españoles sí, con lo que, a efectos del calendario al que todos estamos acostumbrados, Cervantes murió el 22 de abril de 1616 y Shakespeare el 3 DE MAYO del mismo año. ¡Joder! ¿El mismo año? ¡Qué casualidad! ¿No? Sí. No creo que muriera nadie más, no te jode.
Veamos, ambos eran personas y tenían pelo (uno más que otro). Ah, sí, y uno tenía el doble de brazos que el otro. Increíble, ¿no?
Y no hay más coincidencias. No, no las hay. Cervantes era español y Shakespeare inglés y probablemente a uno le gustaba la tortilla de patatas y al otro el pastel de carne.
Ni murieron el mismo día, ni se copiaron, ni se conocieron, ni ninguna otra chorrada por el estilo.
Es que empiezo a estar un poco hasta las narices de que cada vez que se acerque el 23 de abril, celebremos la muerte de ambos genios en el día del libro. Y no entiendo porque todos los putos medios de descomunicación se emplean a fondo en mantener estas falacia que, está más que demostrado, es falsa. No entiendo a cuento de qué. ¿Nos sentiremos tontos si de repente descubrimos que llevamos años y años celebrando el día del libro cuando no es? No sé, no entiendo nada.
Para empezar no se conocieron en absoluto. Cervantes ni siquiera sabía quien era Shakespeare.
Jamás se copiaron, de hecho no hay ningún texto de ninguno de los dos que se parezca, ni remotamente, a alguno del otro.
Y para terminar, NO MURIERON EN EL MISMO PUTO DÍA. Es más, ninguno de los dos murió el 23 de abril. Cervantes murió el 22 y lo enterraron el 23.
Shakespeare sí que murió en esa fecha, el 23 de abril. Pero no ese día, porque los ingleses (así de salaos que son) todavía no habían adoptado el calendario gregoriano (el actual) y los españoles sí, con lo que, a efectos del calendario al que todos estamos acostumbrados, Cervantes murió el 22 de abril de 1616 y Shakespeare el 3 DE MAYO del mismo año. ¡Joder! ¿El mismo año? ¡Qué casualidad! ¿No? Sí. No creo que muriera nadie más, no te jode.
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