USTEDES VERÁN

Aunque estoy bastante acostumbrado, los amados políticos de este país no dejan de sorprenderme y aunque normalmente no me molesto en comentar las declaraciones de estos, hoy voy a hacer una excepción.

Pongamonos en antecedentes. Parece ser que, según la mayoría de los sondeos de opinión, a pesar del avance de la crisis económica y del desgaste que está sufriendo tanto el gobierno como su presidente a causa de ésta, el partido gobernante sigue manteniendo, incluso incrementando, la distancia en porcentaje de voto en las encuestas.

Ante este descorcentante hecho, los comentarios en Onda Cero de nuestra querida Esperanza Aguirre, presidenta de nuestra no menos espiada Comunidad de Madrid son los siguientes: "En mi opinión sí, teníamos que estar en las encuestas muy por delante. !Eso no quiere decir que yo eche la culpa a nadie!. Yo soy una dirigente del PP, tenemos que ser humildes, escuchar más a los ciudadanos y ver por qué nuestras alternativas no consiguen calar suficientemente en los ciudadanos".

Verá usted, señora Aguirre, igual es que yo no veo lo suficiente la tele (tele-Aguirre no la tengo ni sintonizada. Igual ahí está el fallo) o no escucho lo suficiente la radio, o igual es que soy tonto que es lo más probable, pero hay cosas que se me escapan. Verá, señora Aguirre, yo soy un ciudadano de esos que cita usted. Tonto, sí, pero ciudadano. De hecho no estoy de acuerdo con muchas de las medidas que nuestro amado gobierno toma para afrontar la crisis. Es más, me encantan las alternativas. Sin embargo, señora Aguirre, yo, en representación de otros ciudadanos tontos como yo, querría hacerle una preguntilla: "¿De qué coño de alternativas está usted hablando?".

Le repito que soy tonto y, como tonto que soy, puede ser que mi concepto de alternativa sea erróneo, pero en este contexto entiendo que una alternativa, más o menos, sería otra manera de hacer las cosas, otras propuestas u otras medidas que contribuyera a mejorar lo que se está haciendo desde el gobierno de España de modo que llegaramos al 4% de crecimiento anual que pronosticaban ustedes en su programa electoral.

En fin, ya sé que, como soy tonto, no sé explicarme así que le voy a explicar con ejemplos mi concepto de alternativa:

• Insistir en que el presidente del gobierno es un mentiroso no es una alternativa. Lo sea o no lo sea no veo como mejora esto la vida de los españoles.
• Insistir en que el gobierno actuó tarde y mal ante la crisis no es una alternativa. Será cierto, si usted quiere, pero no veo como mejora esto la situación económica.
• Insistir en que miles de españoles están perdiendo su trabajo y quedándose en la calle por culpa de la incompetencia del gobierno no es una alternativa. No veo que afirmar esto sea una solución y no veo como va a ayudar esto a aumentar el empleo.
• Insistir en que cualquier medida que toma el gobierno es incorrecta no es una alternativa. No veo como puede ayudar esto al país y, entiendo yo, por otro lado, una alternativa sería presentar otra medida y/o propuesta.
  
• Insistir en que el presidente del gobierno es un inútil no es una alternativa. Ustedes, por ejemplo, llevan años sabiéndolo y no veo que eso haya mejorado ni vaya a mejorar absolutamente nada.
• Insistir en que ustedes son mucho más listos, inteligentes, diligentes, sabios y competentes no es una alternativa. A lo mejor ustedes piensan que contándome esto hacen que aumente mi sueldo o que tenga menos posibilidades de llegar al paro, pero yo no lo veo.

El problema, le explico, señora Aguirre, es que los que decidimos si ustedes son los más listos, inteligentes, diligentes, sabios y competentes somos yo y muchos otros tontos como yo con nuestros votos. Así que yo, que soy tonto, me permitiré decirle, señora Aguirre, que lo que yo veo es, por un lado, un gobierno (bueno, malo, compentente o incompentente o lo que usted quiera) haciendo cosas, implantando medidas y realizando propuestas (buenas, malas, fantásticas, desastrosas, regulares o como usted guste) y, por otro, una oposición ofreciendo las anteriomente citadas "alternativas".

Así que, señora Aguirre, le diré dos últimas cosillas. Una, que si tienen ustedes alternativas y quiere que me calen, explíquenlas otra vez porque soy tonto y tal como me las ha explicado hasta ahora no las he entiendo. Dos, si todavía no son capaces de entender porque sus "alternativas" no calan en los dicudadanos me veré obligado a pensar que el tonto no soy yo.

En fin, ustedes verán.

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