viernes, 18 de febrero de 2011

TODO ES GRATIS

Sí, sí, como lo oye. Todo es gratis. No me he vuelto loco. Lo que pasa es que tenemos el concepto de "gratis" poco claro.

El señor Alex de la Iglesia nos dice tras su reunión con los internautas (con algunos de ellos, claro) que nadie quiere el todo gratis.

La ministra Sinde se empeña en luchar contra el todo gratis.

Esta es una discusión sin sentido porque TODO ES GRATIS. Además el problema se agrava porque no se puede impedir que lo que es gratis sea gratis. Lo dice el cuarto principio de la termodinámica.
Lo que sí se puede conseguir es que sea más barato. Sí, más barato que gratis. Pero como nadie parece tener interés en ello vamos daos.

Me explico. Bajarse una película de internet sin pagar es gratis. Supongo que todos estaremos de acuerdo. Sin embargo, aplicando ese mismo principio es fácil darse cuenta de que TODO ES GRATIS. Arreglar la lavadora sin pagar es gratis, ir de Barcelona a Estambul sin pagar es gratis, viajar en el Metro sin pagar es gratis y asistir a un concierto sin pagar es gratis.

Como verán en esta lista de actividades hay algunas más legales o al menos más aceptables que otras. Sin embargo todas ellas, incluyendo bajarse algo de internet, tienen algo en común. Implican algún tipo de contraprestación, ya sea trabajo, esfuerzo, adquisición de conocimientos o riesgo de perder algo o de recibir un castigo.

Es curioso, la mayoría de los mortales no tenemos ningún problema en pagar por ir de Barcelona a Estambul o al fontanero que nos arregla la lavadora. Sin embargo, una grandísima cantidad de gente prefiere bajarse películas de internet en lugar de pagar por verlas. 

¿Cuál es la diferencia? La diferencia es que la gente mide el coste de hacer las cosas gratis y determina que pagar por ellas le sale más barato que hacerlas él mismo en todas esas actividades excepto en el tema de las películas.

Y fíjense que el esfuerzo no es poco. La inverisón en formación es importante, tiene uno que adquirir un ordenador, una línea de alta velocidad para conectarse a internet, encontrar los enlaces de descarga, esperar a que la película se descargue (puede que días), comprobar la calidad de la película, en ocasiones sincronizar los subtítulos, pasarla a un disco duro multimedia para verla en la televisión, etc. Y todo ello para ver una película que, no nos engañemos, normalmente no tiene una gran calidad de visionado. 

En lo que parece empeñado el gobierno y su ministra Sinde es en que no haga falta ofrecer precios competitivos por una mercancía que valga la pena sino en que la alternativa gratuita sea más costosa. Algo así como penalizar el acto de andar para que la gente use más el metro.

Me parece ilógico. Me parece una soberana estupidez, pero allá ellos. Con lo fácil que sería ofrecer buenos servicios a precios baratos. Antes los había, se llamaban videoclubs y ofrecian lo mismo que se podría ofrecer hoy en día por internet pero con unos costes mucho mayores y un público objetivo mucho más pequeño.


En fin, sólo se me ocurre una cosa que decir:



Si tienes algo que comentar, comenta. Y recuerda que suscribirse es gratis.

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails