La selección española de baloncesto perdió ayer la final del Eurobasket en su propia casa, Madrid. No es ninguna primicia.
Lo único que he podido oír y leer hasta ahora han sido críticas positivas sobre el buen rollo que hay en la selección, lo excelente del ambiente que se vive, lo buenos que somos y lo magnífico que es quedar segundos, así que yo voy a ir de otro palo y voy a decir lo que todo el mundo está pensando y nadie parece atreverse a decir. La selección española de baloncesto no jugó ayer ni a la taba.
Calderón, Sergio Rodriguez, Garbajosa, Gasol y Navarro. Cinco jugadores NBA y alguno futurible, como Rudy Fernández. Y se notó. Ya casi jugamos como los americanos, con un base que piensa que su misión es meter 20 puntos, 2 aleros que piensan que su misión es meter 20 puntos, y machacar el aro, y dos pivots que piensan que su misión es meter 20 puntos, además, claro está, de dar asistencias y tirar de tres. Igualito que los estadounidenses salvo porque ellos meten los tiros libres y nosotros no hacemos pasos en cada jugada.
Los rusos, por el contrario, decidieron que cada uno debía hacer lo que sabía hacer y nos ganaron con 4 cuchufletas y Kirilenko. Las cuchufletas se dedicaron a dar leña, rebañar un puntito de vez en cuando, marcar el ritmo del partido y mover el balón. Y Kirilenko a jugar al ba-lon-ces-to.
Y ahí estuvo, creo yo, la clave. En el ritmo del partido. La selección española jugó a lo que quisieron los rusos. Estoy seguro de que con Corbalán o Solozabal o Chichi Creus llevando el juego no hubiesemos perdido. No sabían meter 20 puntos pero sabían en cada momento quien tenía que meterlos. En resumen, sabían pensar.
En cambio, la selección española lo que demostró ayer que sabe hacer muy bien es botar el balón. Y botarlo, y botarlo, y, despues, botarlo un poco más, a ser posible por debajo de las piernas o por detrás de la espalda. Una pena que no se sumen puntos por botar el balón.
Al menos en Europa lo primero que te ensañan cuando empiezas a jugar al baloncesto es que, cuando tienes el balón, sólo puedes hacer tres cosas útiles: tirar, entrar a canasta y pasar el balón.
Botar el balón no está entre esas tres cosas primordiales por una sola razón. No sirve para nada. Así que teniendo en cuenta que lo que mejor hicimos ayer no sirve para nada no es raro que se perdiera el partido.
Lo dicho. Casi, casi como los americanos.
Lo único que he podido oír y leer hasta ahora han sido críticas positivas sobre el buen rollo que hay en la selección, lo excelente del ambiente que se vive, lo buenos que somos y lo magnífico que es quedar segundos, así que yo voy a ir de otro palo y voy a decir lo que todo el mundo está pensando y nadie parece atreverse a decir. La selección española de baloncesto no jugó ayer ni a la taba.
Calderón, Sergio Rodriguez, Garbajosa, Gasol y Navarro. Cinco jugadores NBA y alguno futurible, como Rudy Fernández. Y se notó. Ya casi jugamos como los americanos, con un base que piensa que su misión es meter 20 puntos, 2 aleros que piensan que su misión es meter 20 puntos, y machacar el aro, y dos pivots que piensan que su misión es meter 20 puntos, además, claro está, de dar asistencias y tirar de tres. Igualito que los estadounidenses salvo porque ellos meten los tiros libres y nosotros no hacemos pasos en cada jugada.
Los rusos, por el contrario, decidieron que cada uno debía hacer lo que sabía hacer y nos ganaron con 4 cuchufletas y Kirilenko. Las cuchufletas se dedicaron a dar leña, rebañar un puntito de vez en cuando, marcar el ritmo del partido y mover el balón. Y Kirilenko a jugar al ba-lon-ces-to.
Y ahí estuvo, creo yo, la clave. En el ritmo del partido. La selección española jugó a lo que quisieron los rusos. Estoy seguro de que con Corbalán o Solozabal o Chichi Creus llevando el juego no hubiesemos perdido. No sabían meter 20 puntos pero sabían en cada momento quien tenía que meterlos. En resumen, sabían pensar.
En cambio, la selección española lo que demostró ayer que sabe hacer muy bien es botar el balón. Y botarlo, y botarlo, y, despues, botarlo un poco más, a ser posible por debajo de las piernas o por detrás de la espalda. Una pena que no se sumen puntos por botar el balón.
Al menos en Europa lo primero que te ensañan cuando empiezas a jugar al baloncesto es que, cuando tienes el balón, sólo puedes hacer tres cosas útiles: tirar, entrar a canasta y pasar el balón.
Botar el balón no está entre esas tres cosas primordiales por una sola razón. No sirve para nada. Así que teniendo en cuenta que lo que mejor hicimos ayer no sirve para nada no es raro que se perdiera el partido.
Lo dicho. Casi, casi como los americanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario