PREDICCIONES METEOROLÓGICAS INFALIBLES

Hay quien piensa que los hombres mujeres del tiempo nunca aciertan. Bien, desconozco este extremo. Sin embargo me atrevo a afirmar sin ningún atisbo de duda que jamás se equivocan y que, por tanto, las predicciones del tiempo son infalibles.
La iluminación me ha venido esta mañana cuando veía la "predicción", por llamarla de algún modo, de Tele Cinco.
El resultado ha sido algo así:

• En la mitad norte de la península... Mal empezamos. Si vivo en Madrid ¿en qué mitad estoy?
• ...podría notarse un ligero descenso de las temperaturas. ¿Podría notarse? Pero también podría no notarse, ¿no? Así, desde luego, no te vas a equivocar nunca, majete. Y por cierto, ¿qué coño quiere decir "ligero"? ¿Un grado?, ¿dos?, ¿dieciocho? ¡Ah! Todo es relativo...
• En el este de la península predominarán las nubes y claros. ¡Mira tú qué bien! Y Madrid ¿es Este u Oeste? ¿Predominarán? Sí, pero puede que no haya, ¿no? Sí, claro ¿Pero que no haya nubes o que no haya claros? No sé, yo soy hombre del tiempo, no adivino. ¿Sabemos al menos cuántas nubes? ¿O cuántos claros? Ehhhh.... predominarán.
• Conforme avance el día la nubosidad se irá desplazando hacia la zona sur. ¡Bien! ¡Adoro los puntos cardinales! Y ¿a qué hora llegarán? ¡Oye! Pues conforme avance el día, que pareces tonto.
• Al finalizar el día... cosa que, por supuesto, ocurrirá a no se sabe qué hora ...podrían darse algunos chubascos en el entorno del Mediterráneo de manera ocasional. Podrían darse... vaya, vaya... algunos chubascos... ¿Cuántos? Pues algunos, ¡joder! Y lo del entorno del Mediterráneo ¿hasta dónde abarca exactamente? ¡Ay, ay, ay! Menos blogs y más geografía, ¡chavalote! No acabo de entender lo de "de manera ocasional". ¡Madre santa! Con lo listo que eres y lo tonto que pareces. Pues que si se da la ocasión te tocará y si no se da no te tocará.
  

Pues nada, que ya lo tengo todo claro. Cogeré la camiseta, el jersey, la chaqueta y el paraguas y así acierto seguro, como el hombre del tiempo. ¡Ala! Ahora vas y lo cascas. A ver quien tiene cojones a decirle que se ha equivocado.